"La espada no la corta,
el fuego no la quema,
el agua no la ahoga,
el viento no la seca."

Bhagavad Gita

lunes, 8 de diciembre de 2014

La puerta abierta.


Nos despertamos por la mañana. El mundo está ahí fuera, como esperándonos. Nos sucederán un montón de cosas, unas nos gustarán, otras no tanto. Desde el punto de vista de una consciencia relativa, así es como vemos la vida. Esta es la vida y su apariencia habitual.
Desde el punto de vista de la pura consciencia, el cuerpo y el mundo (a través de él) surgen en ti cada mañana. Esa es la Realidad, y no al revés. Todo acontece, se despliega a lo largo del día en ese espacio abierto que somos. Todo, absolutamente todo, le debe su "realidad" a esa Realidad que eres. Las imágenes de un espejo no pueden existir sin el espejo...

La Realidad que somos, que nunca podemos negar, actúa y vive en nosotros, a través de nosotros y como nosotros. No hay nada más. Eso es todo. Ahora bien, desde nuestro punto de referencia limitado, ese ego, o persona, o entidad (que creemos independiente de la Realidad), todo semeja como caótico, incierto, limitado. Pero si miramos con atención, ese mismo punto de referencia, ese ego, ¿no es acaso una apariencia más en la Totalidad, en lo Real?. Un conjunto de pautas, de ritmos,nada alejados del remolino de un arroyo, o del vuelo de una abeja.

La pura consciencia no es algo fijo, algo que comienza aquí y termina allí. Este saber que somos, esta sensación de presencia es como una puerta abierta. Si miramos hacia adentro, más y más, acabamos en nosotros mismos. En mi caso, en Jose Manuel. Si miramos hacia afuera, más y más, salimos del dintel de la puerta, y más allá... lo ilimitado, lo insondable. La pura consciencia. Pero afuera y adentro son un mismo espacio. Un solo espacio. Los límites son convenciones, que emergen, obviamente, de ese único espacio. Así está tejida la red de la vida.
Pero ese espacio en donde todo surge es ya plenitud. Somos ya ese espacio, aunque a nivel personal, nada nos pertenezca.
Lo que surge a cada instante es lo que somos. Si buscamos y buscamos la plenitud y la paz nos alejamos. Si nos olvidamos de esa plenitud y de esa paz y nos entregamos completamente a lo que surge,sea lo que sea, nos encontramos. Y al encontrarnos, encontramos la paz y la plenitud.

"Yo soy ese Ser, cuya naturaleza es consciencia ilimitada".
Swami Dayananda Saraswati
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"Como el espacio circunscrito a la habitación se abre también ilimitado al jardín, al cielo y a las montañas,  esta certeza de ser que me modela a mí y al mundo, es también plenitud que incluye tanto todo lo creado como lo increado. Por tanto, el pequeño y limitado espacio convencional de este lado 
de la puerta y el espacio total que se abre hacia el otro, no se excluyen ni oponen. Es un solo y mismo espacio, no dos. Somos ya ese espacio ilimitado y estamos ya completos."
Juan Carlos Savater (De su libro "Uno más uno igual a uno")